Bienvenido/a al #3 de la Dichosa, una newsletter quincenal donde comemos y charlamos. Si has caído por aquí pero todavía no te has suscrito, te lo pongo muy fácil:
Si os acordáis, hablábamos de primavera en la newsletter pasada y de cómo se estaba haciendo de rogar. Bien, parece que, al menos en Madrid, hemos saltado directos al verano. Es posible que esté exagerando un poco, pero yo el período este de transición entre el fresquito y el calor lo llevo regular. Y lo llevo regular porque a mi lo que me gusta es el frío. Frío, frío. Frío de guantes, bufanda y vapor por la boca. Hasta que finalmente acepto que hace calor y que no puedo hacer otra cosa, vivo una especie de duelo interno que materializo de varias maneras.
Uno: siempre salgo con chaqueta. Tengo que tener un calor descomunal para quitármela y andar en manga corta. Que no me veo oye.
Dos: reviso la aplicación del tiempo compulsivamente para saber si se viene un plot twist meteorológico al día siguiente. Si bajan las temperaturas, feliz. Si no, mierda.
Tres: entro en una mini-hibernación. Al contrario que los osos y la mayor parte de los humanos, a mi los primeros días de calor no me apetece salir. Nada, cero. Necesito aceptar que el frío no va a volver, que faltan por lo menos cuatro meses para que vuelva y concienciarme de que tengo que bajar, desdoblar, probar y colgar la ropa de verano de lo alto de mi armario. Antes de acabar mi hibernación pre-estival necesito visualizarme con la gotita de sudor por la espalda, los muslos rojos y un moño en la cabeza.
Y en esto consiste mi duelo básicamente. Un duelo que por supuesto he exagerado y que recrea en cierta medida una conversación que tuve con mi psicólogo sobre mi pánico al verano, a la ropa de verano y a todo lo que tenga que ver con enseñar piel. Un tema sobre el que hablamos largo y tendido el verano pasado y que no sé por qué me da que este también toca.
Dramas aparte, yo quería comentaros hoy los resultados de la encuesta que os hice la semana pasada. A la pregunta: ¿Qué es lo que más valoras a la hora de probar una receta nueva? Estas fueron las respuestas:
Y aunque he de decir que era el resultado que más o menos me esperaba, me dio para reflexionar un rato sobre el tema de la inmediatez. Primero pensé si es algo de ahora o de siempre. Si es algo de ahora por el tema de esta nuestra “sociedad impaciente”, es decir, que por cosas como Amazon, las cápsulas de café o volver del trabajo tarde y cansados lo queremos todo para ayer o si en realidad es algo con lo que, en ciertas medida, ya venimos de fábrica. Yo al menos recuerdo estar en el cole y querer ser de los mayores rápido, ya de ya. De pasar a 3º y ya pensar con estar en 4º o directamente en la universidad. Así que no tengo una conclusión muy clara sobre este tema. Como todo en esta vida, probablemente sea una mezcla de ambas.
Por otro lado, también le di una vuelta a las cosas que me ayudan a calmar un poco esa sensación de prisa y os comparto la lista por si os sirve de algo:
La fotografía analógica — supongo que al no ver el resultado en el momento y tener un número limitado de fotos que puedo hacer me obliga a fijarme mucho más en lo que hago, con lo cual estoy más concentrada y me abstraigo un poco del tiempo.
La guitarra — el hecho de estar en un nivel tan principiante y tener que aguantar cada día lo mal que suena mi práctica, diría que me ayuda mucho a callar esa parte de mi yo impaciente que quiere tocar YA como Paco de Lucía.
El cine y los juegos de mesa. Eh, sí. Un poco random pero son dos cosas de esas en las que para mi se para el tiempo.
Un libro, cortito y sencillo de leer muy muy antiguo y relacionado con este tema es De la brevedad de la vida, de Séneca. Yo lo leí hace muchos años y después de este rollo que os estoy soltando como que me apetece releerlo. Al final queremos las cosas rápido, pero al mismo tiempo no queremos que pase y le tenemos bastante miedo a su avance.
La receta: judiones de la granja con ralladura de limón
La receta de hoy cumple al 100% con vuestros deseos culinarios: es la receta más fácil y sencilla del mundo. Tiene ingredientes conocidos y no se necesita absolutamente nada para prepararla. Es una receta del libro La Buvette que os recomendé en el #1 de La Dichosa. Me gusta porque es sencilla como ella sola, es versátil y está buenísima. De hecho, es uno de los platos estrella de este local. Eso sí, al tener sólo tres ingredientes es importante que los tres sean buenos. Ya veréis, el sabor del aceite, la cremosidad de los judiones, el crujiente de la sal y el frescor de la ralladura de limón hacen que este plato sea sencillamente maravilloso, fácil y rápido.
Ingredientes
1 tarro de judiones de la granja (las grandes) ya cocidos y escurridos. Si no encontráis, nos vale cualquier alubia, alubia grandes (las de la foto) o garbanzos.
1 limón — la ralladura
Aceite de oliva virgen extra (del bueno bueno).
Sal en escamas (Maldon, por ejemplo)
Preparación
Coloca las judías en un bol (bien bien escurridas y secas). Echale un chorrito de aceite, un pellizco de sal Maldon y mezcla. Tienen que quedar los judiones brillantes. Sirve en un plato o bol, echa otro chorrito de aceite, un pellizco de sal y ralla la corteza del limón encima. ¡Listo!
Una idea de tapa diferente que también puede funcionar perfectamente como comida principal con una ensalada crujiente o encima de una tosta. Además, es una receta vegana con lo cual funciona para todos.
Dichosas recomendaciones
Aprovecho, ya que hablamos de rallar, para recomendaros invertir en un Microplane. Es como un rallador pero diez veces mejor. Es una gozada lo fácil y fino que ralla este cacharro cualquier cosa. La semana pasada, supongo que como parte de mi duelo, me compré una colonia fresquita, que según me contaron, debería transportarme a una tarde de verano de paseo por Ibiza. Se llama Mar de Coral de Loewe y, la verdad, no me transporta a Ibiza pero sí me huele a salir de la ducha fresquito, que ya es mucho. Y hablando de calor y verano, ya he desempolvado mis Teva y mis Birkenstock: mi uniforme de verano. Por último, he empezado a ver la serie This is Us. Cuenta la historia de una familia básicamente. Creo que todo el mundo puede encontrar una cosa u otra con la que sentirse identificado en la serie (yo un montón) y la música es 👌.

La pregunta
Hoy despido La Dichosa con otra pregunta. Aprovechando que fue Sant Jordi hace unos días, que hoy os he recomendado un libro y que compartir es vivir, me gustaría saber cuál es vuestro libro favorito. Cuál es ese libro que regaláis, reléeis o significa algo para vosotras. Prometo compartir 📗. Aquí está la encuesta.
Hola Ale, me siento tan identificada respecto al verano, por obesidad me da verguenza enseñar los brazos, lo paso muy mal, por eso soy muy de frío, frío, menos mal que tenemos más meses de frío que de calor. El año pasado me salvé ya que trabajé desde casa, éste año sigo en casa, pero estoy convencida que para verano ya estaré de vuelta en la ofi.
En cuarentena vi This is us, no paré de llorar, podría escribir un libro con todos los sentimientos que tuve viendo la serie. Hoy te estoy leyendo desde un lugar que me da mucha paz, me ha hecho muy feliz leerte, porque me has hecho compañía un rato, más de lo que te imaginas, mañana cumplo 30 años, me he cogido 2 días libres en el curro para pasarlos aquí sola, soy una dramática. jaja me quedo con los consejos para calmar la sensación de prisas, que yo creo que nos viene de fábrica, a algunos más que otros también es verdad. Gracias por no faltar cada domingo.